Un colectivo católico americano ataca a Marvel y DC por introducir la homosexualidad en sus cómics


Como muchos sabréis, tanto Marvel como DC han hecho sendos anuncios esta semana relativos a la homosexualidad de algunos de sus personajes. La primera va a casar a Estrella del Norte, miembro de los X-Men, con su novio en Astonishing X-Men #51, mientras que la segunda piensa introducir a un personaje clásico de la compañía en el Nuevo Universo pero cambiando su orientación sexual.

A pesar de la obvia campaña de marketing que estos movimientos suponen, con el tema candente en los Estados Unidos a raíz de las recientes declaraciones del presidente Obama a favor de los matrimonios homosexuales, también suponen un ejemplo más de que los responsables de las principales compañías de cómics de superhéroes pretenden asentar a sus personajes en el mundo real. Algo que ya hicieron en Marvel anteriormente tratando el tema de los derechos civiles en Civil War o introduciendo a un nuevo Spider-Man de ascendencia latina. 

Los tebeos de superhéroes, como cualquier otra ficción han servido tradicionalmente a modo de reflejo del mundo en el que vivimos. De modo que un niño o adolescente pueda afrontar los problemas que ve en su colegio o en su vecindario desde un prisma colorido y superheroico que le ayude a crear y afianzar sus propias ideas sobre el tema. Del mismo modo que ver a un superhéroe negro en las páginas de uno de sus cómics favoritos ayuda a un niño a reconocer que cualquiera, independientemente de su raza, puede ser un héroe, una persona válida más allá del color de su piel, y le aporta la apertura de mente necesaria para enfrentarse al mundo actual; presenciar la boda de dos personajes homosexuales en uno de los tebeos de moda es una forma sencilla y efectiva de sensibilizar a los niños y adolescentes con la situación y acercarlos a una postura menos homófoba y más abierta y comprensiva.

Sin embargo, como era de esperar, no ha faltado tiempo para que los sectores más cerrados, retrógrados y homófobos hicieran su aparición. Así, el colectivo One Million Moms (Un Millón de Madres), un proyecto de la Asociación Familiar Americana (y con un tremendamente equivocado concepto de lo que supone una familia, si se me permite añadir), han hecho público un comunicado en el que, entre otras cosas afirman lo siguiente:

Los niños desean ser como los superhéroes. Los niños imitan las acciones de los superhéroes e incluso se visten con uniformes para parecerse a esos personajes lo más posible. ¿Podéis imaginar a un niño pequeño diciendo, “Quiero tener un novio o marido como los X-Men?”

¡Esto es ridículo! ¿Por qué necesitan los hombres adultos gays a superhéroes como modelos a seguir? No lo necesitan pero quieren adoctrinar las impresionables mentes jóvenes poniendo a esos personajes gays en pedestales bajo una luz positiva. Estas compañías están influenciando potentemente a nuestros jóvenes usando a los superhéroes de los niños para insensibilizarlos y lavarles el cerebro haciéndolos pensar que la elección de un estilo de vida gay es normal y deseable. Como Cristianos, sabemos que la homosexualidad es un pecado (Romanos 1:26-27).

El comunicado finaliza con un llamamiento para que se envíen e-mails a Marvel y DC “urgiéndoles a cambiar y cancelar todos los planes sobre superhéroes homosexuales inmediatamente. Pedirles que hagan lo correcto y revoquen su decisión de exponer esa orientación sexual a los lectores.

Esto sólo supone una muestra más del dogmatismo, la homofobia y la incultura que está presente en buena parte del mundo, y que esperemos que no tenga un impacto efectivo en la publicación de estos cómics ni de ningún otro cómic futuro, pues, estos personajes, con sus cualidades y defectos, sí son modelos de conducta para los niños, sí son modelos a seguir. Y es apropiado que un niño vea de forma positiva ciertas situaciones en un tebeo antes que otras actitudes supuestamente correctas que pueden verse día a día en la televisión u otros medios.

[Actualización 03/06/2012]: Finalmente supimos que el personaje homosexual de DC era Alan Scott, el  Green Lantern de la Edad de Oro. En cuanto se conoció la noticia, One Million Moms escribió un texto en contra de la editorial y de la decisión de continuar con sus planes, texto que se llenó en su página de Facebook de comentarios defendiendo la decisión de la editorial y criticando la postura del colectivo homófobo. Fueron tantos los comentarios que One Million Moms retiró el texto de la red y acabó cerrando su propia cuenta de Facebook.

Comentarios

NaNdoKaveli ha dicho que…
Si los dirigentes de Marvel y DC son personas con dos dedos de frente, pasarán de tales acusaciones sin fundamento alguno continuando con lo previsto, aunque considero que la idea de DC es algo forzada, eso de cambiar la orientación sexual a un personaje ya asentado.

y con respecto al comunicado de semejante secta, me cuesta aguantar la risa al leer cosas como "insensibilizarlos y lavarles el cerebro" o "sabemos que la homosexualidad es un pecado".

En fin, este mundo tiene gente de toda calaña y aun, en pleno siglo XXI, nos toca lidiar con neandertales varios.
Dr. Ender ha dicho que…
Entiendo que, como dices, en Marvel y DC estos comentarios pasen de largo, al fin y al cabo, estamos hablando de un colectivo minoritario, cuyos comentarios no tendrán un efecto real en las ventas. No sería la primera vez que reciben críticas como esta, o incluso peores.

Respecto a lo que comentas de DC, estoy de acuerdo en que el movimiento de la Distinguida Competencia parece a simple vista más efectista y planeado que el de Marvel, pero aunque ambas compañías pretendan asentar a sus héroes en el mundo real, no hay que olvidar que son empresas cuyo objetivo es generar beneficios, y este tipo de movimientos, junto a los grandes eventos son su mejor arma para lograrlo.