Entre Viñetas. David Aja, un maestro del diseño


Me gusta estar al tanto de lo que ponen a la venta las grandes editoriales. Aunque luego no lea ni la mitad de lo publicado, soy de los que se repasa el catálogo de Previews varias veces al mes. Aunque lo que realmente me gusta es ver portadas. Buenas portadas. Muchas de las portadas que se pueden ver en las librerías semana tras semana son, siendo benévolos, de una calidad mediocre, como el contenido que encontramos detrás de ellas. Meras pancartas propagandísticas que muestran al protagonista/s del tebeo en cuestión en una postura anatómicamente improbable y con un coloreado a Photoshop que pocas veces favorece al dibujo al que acompaña, y eso cuando la portada en cuestión no se dedica a destripar el cómic al que antecedece en un ejercicio de futilidad narrativa; porque si algo puede contarse en una portada, ¿para qué usar 22 páginas?

Pero no quiero hablar de esa inmensa mayoría de portadas que no aportan ningún valor real al cómic, sino de aquellas pocas por las que pagarías aunque no llevasen un tebeo detrás, solo por el mero placer de colgarlas en tu pared y observarlas cada día. Y concretamente quiero hablar de nuestro David Aja que, amén de ser uno de los dibujantes más sugerentes con los que cuenta la Marvel actual, se encuentra sin duda entre los primeros en su lista de portadistas. Y esto no es así porque Aja dibuje unos personajes físicamente atractivos, ni porque sepa moverlos de forma dinámica a través de la página (que también, pero eso se aprecia más en el interior del tebeo); Aja es el gran portadista que es porque tiene un sentido innato para el diseño, algo no tan habitual como debería en el ámbito en el que trabaja.

Una portada de David Aja no es solo una imagen que crea, como es su labor, una intriga y una atracción que incita a leer el tebeo que acompaña sino que supone una pieza de arte en sí misma. Una imagen que podrías observar una y otra vez sin cansarte pero a su vez sin encontrar qué es ese “algo” que la hace tan perfecta. Las portadas de Aja no muestran la trama del cómic sino que capturan su espíritu y te lo muestran de la forma más perfecta posible. Cada portada se adapta a la serie a la que acompaña, de modo que el estilo de las mismas cambia por completo dependiendo de qué proyecto se trate. Así tenemos las panfletarias (sin ninguna connotación peyorativa) portadas de la miniserie Red Skull: Incarnate, las portadas de 5 Ronin que entienden de forma asombrosa el alma de cada personaje o las muy meditadas portadas de la serie Immortal Iron Fist con un estilo propio para cada arco argumental. 

Y luego por fin tenemos las portadas de Hawkeye

Son precisamente estas portadas las que me han llevado a escribir este texto y es que son, en opinión del que suscribe, las mejores portadas que hemos visto en el mundo del cómic en todo el año. Punto. Basándose en solo tres colores (uno de los cuales cambia a partir de cierto número) y con un dibujo en apariencia sencillo que evoca inmediatamente la imaginería del personaje, Aja juega a sus anchas con la dinámica de la página creando unas imágenes perfectamente equilibradas y mostrando un dominio del espacio francamente admirable. Sus anteriores portadas eran sensacionales, pero con Hawkeye ha dejado en evidencia a la gran mayoría de los portadistas que están trabajando ahora mismo en la industria del cómic americana. Con solo 9 números hasta ahora, el trabajo de Aja se ha hecho un hueco por derecho propio entre lo mejorcito de la historia del cómic Marvel, y habrá que ver aún lo que está por venir. Sin duda David, eres un maestro del diseño.


[Si queréis ver el trabajo de David Aja en las portadas pasaos por aquí y disfrutad]

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