'Avengers Vs. X-Men', el fin de una etapa



[Advertencia: en el presente texto se revelan importantes detalles de la trama de este cómic]

Avengers Vs. X-Men fue anunciado como la madre de todos los eventos de la Casa de las Ideas, y en cierto modo así ha sido. Desde el aspecto editorial presentando un evento de 12 números en 6 meses más un spin-off con un planteamiento que parecía absurdo pero que ha resultado ser interesante; y por supuesto desde el punto de vista argumental, al fin y al cabo es difícil imaginar algo de proporciones más catastróficas que lo que hemos visto aquí. Lo más interesante es el carácter de perfecta conclusión que emana de todo el evento. Como ya prometió Alonso en su día, Avengers Vs. X-Men ha resultado ser el cierre a toda una época de la historia del Universo Marvel que comenzó allá por Dinastía de M con la famosa declaración de la Bruja Escarlata: “No más mutantes”.


Lo que en aquel momento tuvo inicio fue principalmente el tortuoso camino que llevó a Scott Summers A.K.A. Cíclope a convertirse en el líder de toda una raza mutante en peligro de extinción y que ha acabado dejándolo al borde de la locura provocando el enfrentamiento definitivo entre los principales héroes de la Tierra y dando el pistoletazo de salida para lo que promete ser una nueva era para todos ellos. Al fin y al cabo lo que comenzó con la muerte de miles de mutantes ha acabado con el renacimiento de otros tantos. AvX es, en última instancia, la historia de cómo sus buenas intenciones y la presión a la que ha estado sometido Scott Summers durante los últimos años acaban por pasarle factura (eso sí, con la ayuda de una poco amistosa entidad todopoderosa del espacio exterior) y lo convierten en todo aquello contra lo que siempre ha luchado. Es interesante ver la evolución de Scott Summers durante el evento, desde una posición de defensa a ultranza de la identidad propia de su raza hasta convertirse en un Dios omnipotente claramente trastornado con ínfulas de salvador del mundo.

He de decir que soy de los que agradecen los cambios que ha sufrido el personaje durante los últimos años. Sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de personajes con décadas de historia que no suelen modificar en demasía sus cimientos. Mal que les pese a algunos, Cíclope no será más el líder recto que conocíamos. Tras AvX Cíclope parece colocarse en una posición similar a la de Speedball tras Civil War o a la de Norman Osborn en los últimos años como archienemigo de la humanidad. Y es que no es para menos. Después de la destrucción causada durante el evento, el futuro del mayor de los Summers se plantea muy interesante.

Pese al título del evento y a que Cíclope sea el principal protagonista del mismo, hay que reconocer que el lado mutante de la ecuación queda bastante cojo. Vale que la Fuerza Fénix sea un elemento mayormente asociado con la mitología de los X-Men y que los cinco anfitriones acaban siendo cinco miembros del grupo, pero más allá de eso la aparición del resto de mutantes es meramente anecdótica centrándose el relato en las acciones del equipo Vengador para contrarrestar la destrucción causada por el grupo de Cíclope. Incluso los otros cuatro Fénix no son sino meros acompañantes de Cíclope que apenas hacen avanzar la narración en sus apariciones siendo Namor el único que tiene una escena relevante como causante de la destrucción de Wakanda. Coloso, Ilyana y Emma apenas tienen importancia en el cómputo final del evento, y ya no hablemos del resto de los mutantes que en cierto momento se pasan de bando dejando una sensación al lector de “¿a quién le importa?” algo extraña.

Aún así, si hay un mutante que puede ganarse cierto puesto de importancia en el evento, a parte de los que militan en el bando de los Vengadores claro está, ese es Charles Xavier que aparece a mitad de la historia para jugar su rol de mentor decepcionado y que acaba teniendo un trágico final a manos de su pupilo a fin de rellenar el cupo de muertes que todo evento ha de tener. Desconozco si en alguna de las series relacionadas se ha tratado en mayor profundidad la relación entre Xavier y Cíclope durante los sucesos de AvX, pero sin duda hubiera dado para un número realmente interesante puesto en las manos adecuadas, similar a los números del Preludio a Cisma de Paul Jenkins.

Así pues, el foco principal está puesto en el grupo de Vengadores. O mejor dicho en los cuatro o cinco personajes principales. El Capitán América en su desesperación por derrotar a la Fuerza Fénix (situación similar a la que vivió durante Miedo Encarnado), Iron Man que en su búsqueda de una forma de vencer acaba sacando un pié de la ciencia e introduciéndolo en la fe, Spiderman que tiene un par de momentos algo forzados en la enésima demostración del poder y la responsabilidad y Puño de Hierro cuya mitología jugará un papel clave en el desenlace de la historia.

Mención aparte merecen las dos bisagras del relato: Hope y la Bruja Escarlata que juegan un papel clave en el desarrollo de la historia, aunque se echa en falta algo más de profundidad en el tratamiento de ambas más acorde con la importancia argumental que obviamente tienen.

Hay que decir que, al contrario de lo que estamos acostumbrados a ver en eventos que comienzan con una idea fabulosa pero que se desinflan rápidamente, Avengers Vs. X-Men mejora con el paso de los números, ya que probablemente el punto más flojo de toda la historia sea el suceso desencadenante. El enfrentamiento entre Cíclope y el Capitán América en la playa de Utopía que da comienzo al evento está enormemente forzado, dibujando a unos personajes que actúan por impulsos muy lejos de sus verdaderas personalidades. Una vez avanzada la historia cuando la Fuerza Fénix ya ha escogido a sus anfitriones y la rueda ha comenzado a girar, las acciones de los personajes presentan mucho más sentido y la historia recupera la lógica que parecía perdida al comienzo. El carácter de inmediatez que un evento así ha de tener obliga a comenzar la acción en el primer número y eso suele hacer que deban forzarse algunas situaciones o pasar ciertas cosas por alto, pero aún así no deja de restarle credibilidad al conjunto.

Uno de los elementos de los que más se ha abusado desde Marvel a la hora de promocionar el evento es el hecho de que haya sido escrito por cinco guionistas. Cinco gionistas de personalidades diferentes escribiendo una única serie parece a priori una buena forma de potenciar el cómic en cuestión. Y el resultado es positivo. Por un lado, en el aspecto argumental, la historia parece mejor construida y más coherente que alguno de los eventos pasados más recientes. Si esto es debido a la presencia de los cinco escritores en una misma habitación a la hora de dar a luz AvX bienvenido sea. Parece obvio que entre cinco mentes se piensan mejor las cosas que entre una sola. Por otro lado, en el aspecto más, digamos, técnico o práctico, es cierto que se vislumbran ciertas diferencias entre unos números y otros debidas a los diferentes estilos de los distintos escritores pero son las suficientemente pocas como para no marear demasiado al lector y hacerle perder la coherencia global de la lectura. Los lectores más asiduos de Marvel reconocerán ciertos dejes o manías de los distintos guionistas en cada número, pero a un nivel general, y probablemente debido a la presión editorial que pesa sobre todos los cómics de la compañía, el evento tiene la unidad necesaria como para mantenerse como un todo.

Lo que más se echa en falta en este aspecto es, reiterando lo dicho más arriba, un mayor énfasis en el lado mutante de la historia. Habiendo nombres como Jason Aaron, Matt Fraction o Ed Brubaker que han trabajado en la Oficina-X en el pasado, se esperaba una mayor profundidad a la hora de tratar las motivaciones de los personajes mutantes. Algo que hubiera dado mayor alcance, por ejemplo, a la decisión de Pícara y otros muchos de cambiar de bando a final del evento.

Por último el que personalmente me parece el mayor error del evento llega en el apartado gráfico con la elección de un John Romita Jr. que hace muchos años que dejó de ser el que un día fue. Más grave aún si cabe puesto que es el encargado de inaugurar la historia con los números más flojos de todo el evento tanto gráfica como argumentalmente. Números con los que no es difícil decidir tirar la toalla nada más comenzar a leer y retirarse de todo el evento. Romita Jr. es ya una celebridad en Marvel, su nombre y el de la editorial están inevitablemente ligados a perpetuidad. Pero a día de hoy no está cumpliendo con el nivel que debería de exigírsele para encargarle trabajos de este calibre. Si bien es cierto que Romita firma algunas imágenes espectaculares, en su mayoría splash-pages o grandes viñetas, en general muestra un nivel demasiado bajo para un cómic de estas características.

Sus compañeros de lápiz, Adam Kubert y Oliver Coipel presentan un nivel muy superior al suyo, y aunque carezcan de la narrativa visual de otros dibujantes de la editorial sí poseen la espectacularidad necesaria para un evento de esta altura y la dejan patente en cada página.

No me gustaría acabar sin mencionar un par de elementos externos a la cabecera principal, pero indispensables en la lectura del evento. Por una parte tenemos la serie spin-off que ha salido periódicamente junto a la cabecera madre: AvX:VS. Una serie que ha resultado ser toda una sorpresa. Los autores más espectaculares de la editorial dedicados únicamente a narrar enfrentamientos más o menos interesantes entre los distintos héroes, sin preocuparse por tramas argumentales o diálogos profundos. Para que nos entendamos, mamporros a descaro. Una idea fresca que ejerce de complemento perfecto al evento principal dando al fan lo que quiere ver sin el peso de la historia detrás.

Por otra parte Marvel Infinite ha resultado lo mejor de todo el evento, pequeños cómics pensados exclusivamente para su lectura en dispositivos digitales que suponen una experiencia de lectura novedosa y agradable pero que además presentan los mejores guiones de toda la serie a manos del siempre efectivo Mark Waid. El mejor añadido al evento y un formato de cómic que espero que perdure y se fomente en el futuro vistas las posibilidades que ofrece.

En definitiva, Avengers Vs X-Men es un evento algo desequilibrado con un comienzo muy flojo pero que sabe coger ritmo sobre la marcha y que presenta los puntos clave propios de este tipo de eventos pero sin abusar de ellos ni hacerlos demasiado forzados. A nivel argumental, sin duda, resulta ser lo que prometieron, un evento de grandes proporciones que si no involucra al menos sí afecta a los miembros de ambos grupos a un profundo nivel y que cierra a lo grande toda una etapa de la historia del Universo Marvel y da el pistoletazo de salida a otra etapa nueva que puede resultar original o una simple vuelta de tuerca de lo ya contado, pero eso ya será otra historia. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hacerle esto al personaje de Ciclope es todo un error de los gordos, muy mala decision de Marvel. El evento ni vale la pena.
Anónimo ha dicho que…
Detesto AVS VS XMEN.... En otras palabras para mi nunca existió me vale .....