Gideon la novena. Tamsyn Muir. Reseña


“En el año miriádico de nuestro Señor ¡el diezmilésimo año del Rey Imperecedero, del bondadoso Príncipe de la Muerte!, Gideon Nav guardó en el equipaje la espada, los zapatos y las revistas guarras y acto seguido se fugó de la Novena Casa.”

Así comienza Gideon la novena de Tamsyn Muir, primera parte de la trilogía de la Tumba Sellada. Una de esas historias que es mejor definir por sus elementos más que por su trama. 

La trama: los representantes de las diversas casas que conforman la humanidad en un futuro indeterminado deberán superar junto a sus guardaespaldas las pruebas para alcanzar una posición superior. 

Los elementos: Una sociedad dirigida por poderosos hechiceros nigrománticos, esqueletos animados sirviendo el café, emocionantes duelos a espada entre poderosos guerreros, un Dios emperador que resucitó a la humanidad y ahora reina sobre ella, tramas y traiciones entre las distintas casas, criaturas monstruosas formadas a través de energía muerta, secretos arcanos que ponen en peligro la misma supervivencia de la humanidad… y todo esto ambientado en el espacio.

Estos son los juguetes con los que Tamsyn Muir juega, y lo hace realmente bien. La decadencia de una mansión gótica atendida por esqueletos reanimados choca de frente con la lucha por el poder entre distintas casas. Cuando uno comienza a leer Gideon la novena le parece tener entre sus manos una versión de Canción de Hielo y Fuego escrita por Tim Burton. Pero pronto entra en escena Agatha Christie y sus misterios de personas encerradas en una casa y luego Joe Abercrombie y su grimdark asoman la cabeza por una esquina, y también la novela de terror más claustrofóbica, y así sucesivamente hasta dar forma a una historia con una cantidad tal de conceptos y géneros entremezclados entre sí que la hacen totalmente imposible de definir.

"–Tenía unos brazos que parecían espadas. Quiero luchar contra esa cosa.

–Quieres enfrentarte a eso.

–Ya te digo.

–Porque…, porque tiene brazos que parecen espadas.

–Eso mismo."

Gideon Nav es la caballera de la Novena Casa. A sus 18 años es una luchadora experta y deslenguada, poco dada a acatar órdenes y muy dada a impulsos emocionales que la lanzan de lleno a los enfrentamientos más diversos. Es la mejor guerrera de su casa. Aborrece su casa. Odia a muerte a su nigromante. Harrowhark Nonagésimus es la nigromante titular de la Novena Casa. A sus 17 años posee las mejores cualidades de su casa, es oscura, reservada y decadente. Poco dada a tratar con otras casas, y muy dada a guardar secretos y tramar planes. Es la sublimación de su casa. Odia a muerte a su caballera. Con el fin de alcanzar la lictoridad –una suerte de estado nigromántico superior– ambas acudirán a la Primera Casa donde tendrán que lidiar con los líderes del resto de casas y sus caballeros mientras tratan de superar las pruebas que les pongan a su paso.

El odio visceral que alimenta la relación entre Gideon y Harrow es el motor de la novela y además lo más divertido de la misma. Como únicas niñas de su generación en criarse entre la decadencia de la Novena Casa, ambas se profesan un odio mortal desde su mismo nacimiento. Tras toda una vida de intentar sacarse las tripas la una a la otra, a menudo literalmente, ambas deberán pasar ahora los días juntas, durmiendo en la misma habitación y protegiéndose la una a la otra. Y de algún modo su relación deberá funcionar si pretenden alcanzar sus objetivos y salir con vida de la Morada Canaan. Cada escena que comparten es una auténtica delicia, se odian pero se necesitan. No paran de lanzarse pullas e insultos mientras colaboran en la superación de las pruebas, se desean la muerte la una a la otra pero luchan juntas cuando la situación lo requiere. Tamsyn Muir escribe una relación divertidísima basada en los celos, el odio y la necesidad.

Pero más allá de la innovadora y rocambolesca trama de la novela y de la desesperante y divertida relación entre sus dos protagonistas, si algo convierte Gideon la novena en una de las mejores novelas del año es la escritura de Tamsyn Muir que, a pesar de ser esta su primera obra publicada, muestra un dominio de la narrativa y del ritmo asombrosos. Muir va desvelando información cuando la historia lo necesita y no cuando el lector lo pide, y detalle a detalle va construyendo todo un universo maravilloso y complejísimo del que apenas acaba mostrando una parte, pero deja entrever la inmensidad que esconde tras de sí. El lector no para de aprender conceptos y elementos nuevos sobre el mundo en que se desarrolla la historia y los personajes que la pueblan, todo ello entrelazado con una trama que bebe del mejor thriller de terror. Al final, si diluimos la novela hasta su mínimo elemento, Gideon la novena no deja de ser una historia sobre un grupo de personas encerradas en una mansión tratando de resolver un misterio potencialmente mortal. Y más allá del recargado envoltorio, a este nivel primario, la novela funciona a la perfección. No utiliza la grandilocuencia de la ambientación para ocultar defectos en la trama sino que funciona como un reloj a ambos niveles.

"–Pedírmelo es lo único que tenías que hacer. –A lo que añadió–: Pedazo de mamona."

Muir hace hablar a sus personajes con un lenguaje coloquial y moderno que contrasta con la ambientación entre fantástica y de ciencia ficción que tiene la novela. Pero no es el único anacronismo. A menudo uno no tiene claro el momento temporal en que está ambientada Gideon la novena. Los personajes se enfrentan en duelos de espadas, pero Gideon va siempre con unas gafas de sol puestas. La humanidad está liderada por poderosos hechiceros pero al mismo tiempo la nigromancia que utilizan los personajes no es una magia arcana fantástica sino que parece tener una base científica y lógica. Toda la novela es una anacronía en sí misma, una mezcla de conceptos tan loca y disparatada que no debería funcionar, pero que sin embargo Tamsyn Muir hace encajar de una forma única.

Por su imaginativa visión de un mundo nuevo, por sus personajes chulescos y altivos pero encantadores, por  su concepto y utilización de un sistema de magia nunca antes visto, por la grandiosidad de los enfrentamientos entre guerreros y poderosos hechiceros, por el cuidado con el que narra la relación entre dos personas obligadas a entenderse. Por todo esto y por muchas más cosas Gideon la novena es posiblemente una de las mejores novelas fantásticas de los últimos tiempos. Una de esas pocas que ofrecen algo realmente nuevo y con una calidad más que sobresaliente. Tras su final –y menudo final– uno no puede sino ponerse a contar los días hasta la publicación de la segunda parte.




Gideon la novena
ha sido publicada en España por Nova en tapa dura con sobrecubierta, 544 páginas y un precio de 24,90€. La publicación de su secuela, Harrow la novena, ya ha sido confirmada por Nova para octubre de este mismo año. Podéis ver la portada a continuación.

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