Un chico y su perro en el fin del mundo. C. A. Fletcher

Todo comienza con un viajero de barba pelirroja que llega contando historias. Y como dice Gris, el protagonista de esta, no te fíes de nadie que cuente buenas historias. En un mundo en el que apenas quedan seres humanos y en el que el protagonista ya adolescente puede contar con los dedos de las manos a todas las personas que ha conocido en su vida, las historias no son algo común, son algo con lo que soñar. Y Un chico y su perro en el fin del mundo de C. A. Fletcher, es una historia con mayúsculas.

Si se quiere una sinopsis rápida del libro tan solo hay que leer el título. En verdad no hace falta más. Un chico llamado Gris emprenderá todo un viaje por un mundo abandonado con la inseparable compañía de su perro. Y la clave aquí está en abandonado.  El mundo de Un chico y su perro… no es un mundo postapocalíptico propiamente dicho. No ha acontecido una gran catástrofe que haya hecho temblar el mundo y acabado con la raza humana como especie dominante. Fue tan solo una pequeña enfermedad la que acabo con la gran mayoría de ellos. La humanidad fue apagándose poco a poco muchos años antes de que Gris naciera. Y esto es importante porque el mundo que Gris se encuentra a su paso no es un mundo devastado por un desastre nuclear o una guerra moderna, sino tan solo un mundo abandonado. Casas medio derruidas en las que la vegetación ha hecho morada, animales de zoo habitando en un territorio que no les corresponde, costas inundadas por el crecimiento de las mareas en las que ahora parece que los edificios crecen en el agua. Nadie ha destruido el mundo, tan solo ha sido dejado a su suerte. Y la naturaleza ha reconquistado la hegemonía de antaño. A lo largo del periplo de Gris, más de una vez Fletcher planteará el sentido de toda la creación humana viéndola ahora totalmente abandonada y pasto de la historia. Pero la mirada de Fletcher no es pesimista, no mira al ser humano como un virus que invade y coloniza el planeta sino como una especie inteligente capaz de las más maravillosas creaciones y de una enorme belleza que forma parte inherente del planeta en el que habita. Creaciones que ahora damos por sentadas pero que Gris mira con los ojos asombrados de quien vive en una isla y jamás ha visitado una biblioteca llena de libros, o ha transitado por una carretera a decenas de metros del suelo, o a estado en un parque de atracciones. La mirada de Gris es la de un explorador que descubre las maravillas de la civilización que le precedió y le apena no haberla conocido. Se trata de una mirada ciertamente optimista del ser humano para tratarse de una novela en apariencia distópica. 

¿Te habría parecido igualmente maravillosa a ti? ¿O habrías pasado en coche por debajo sin darte cuenta? ¿Es posible que, al rodearos tantos prodigios, perdierais de vista algunos?

El gran acierto de Fletcher en esta novela es ser capaz de aunar esta visión maravillada del ser humano con una postura abiertamente naturalista. Gris admira por igual los arboles con los que se cruza y que jamás antes había visto como los restos de una sencilla casa de dos plantas en la que se detiene a pasar la noche. Todo para él es parte de un mundo nuevo y a la vez parte de un pasado que ya no podrá conocer. Un chico y su perro… es una novela que admira el entorno. Pasar sus páginas tiene el mismo encanto que pasear por un pueblo abandonado en la montaña, tratar de descubrir quién vivió allí y qué criaturas han hecho ahora su hogar. Crearse uno en la mente miles de historias que pudieron suceder ahí con la veracidad de quien no será capaz jamás de confirmarlas. El lector comparte la inocente emoción de Gris al encontrar algo tan común y a la vez tan antiguo para nosotros como un gramófono y escuchar música grabada por primera vez en su vida. 

Fletcher utiliza un truco muy inteligente para narrar el libro en segunda persona y hacer al lector cómplice de Gris en todo lo que le sucede. El peso de las historias no es solo lo que da comienzo a la aventura, sino que acompaña al protagonista durante toda la narración e incluso la misma novela es la historia que Gris está contando al lector. En su narración, Gris no para de dar pistas sobre el futuro, pequeñas frases que anteceden lo que va a suceder y que hacen que el lector vuele sobre las páginas viento en popa impulsado por el propio relato siempre hacia delante. Fletcher describe además, quizás gracias al estilo narrativo escogido, con gran detalle los sentimientos de Gris, otorga cualidades físicas a las emociones que siente siendo capaz de describir con gran detalle cada uno de los estados emocionales del protagonista.

Esa era la atmósfera que había tratado de entender desde que llegué a la tierra principal, y era una sensación muy distinta a la de encontrar algo vacío. Era más bien soledad, no la que yo pudiera sentir por encontrarme sin nadie en este mundo, sino más bien la soledad que siente este mundo ahora que ya no estáis vosotros.

Y esto tiene su importancia pues un aire melancólico recorre toda la novela, una delicada mezcla entre la tristeza y violencia de un mundo abandonado y despojado del ser humano y la inocencia de un chico que descubre mil maravillas por primera vez en su vida.  Fletcher utiliza un tono engañosamente ligero que hace pensar que la novela tiene una suavidad de la que carece. Lo que cuenta, lo que ocurre no tiene nada de ligero, pero desde los ojos de Gris uno lo lee con naturalidad. Como tantos otros protagonistas, Gris no es sino un espejo en el que mirarnos. Gracias a él descubrimos de qué es capaz el ser humano, lo bueno y lo malo, las decisiones que se pueden tomar y los caminos que se pueden recorrer. La destrucción y la creación. Al final no son más que historias y las historias tienen gran fuerza en el mundo, mueven a los hombres, y mueven la vida hacia un destino u otro. Un chico y su perro en el fin del mundo comienza con un viajero de barba pelirroja que llega contando historias y termina con Gris contando su propia historia. Una historia que no aspira a cambiar el mundo pero sí un poquito a Gris y quizá también un poquito al lector.

Un chico y su perro en el fin del mundo ha sido editado en España por Ediciones Minotauro en formato rústica, con un total de 392 páginas y un precio de 17.95€


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