—Recuerda que el infierno no es lo único que está lleno de buenas intenciones. Hay muchos sitios así.
El único problema real de la humanidad es la sobrepoblación en un mundo limitado, y el último acto de verdadera libertad humana antes de entregarle el mundo al Nimbo fue la creación de la Guadaña. Esta organización es responsable de mantener a la humanidad en unos números compatibles con los recursos y el espacio del planeta. Los miembros de esta organización, los segadores, son los encargados de cribar a la población. Acabar con la vida de las personas de forma aleatoria, equilibrada y aséptica para mantener a la población en unos límites aceptables. Todo perfectamente organizado, con unas normas y unas cuotas que cada segador debe cumplir. Las víctimas de los segadores son las únicas que no pueden ser reanimadas. Cuando un segador mata, lo hace para siempre. La Guadaña es la única organización totalmente ajena al Nimbo y los Segadores las únicas personas que no son controladas ni pueden tener acceso al mismo. El último reducto de dominio humano, y por tanto el único lugar en que las viejas costumbres humanas de la política, la traición, la intriga y el ansia de poder todavía siguen vigentes.
Como lo cierto era que no había nada a lo que aspirar la vida se basaba en el mantenimiento. El mantenimiento eterno.
Todo Siega es una crítica a la sociedad de la comodidad. Si tenemos lo que queremos cuando lo queremos, dónde queda el mérito, dónde la emoción. Hacen falta esfuerzos, sufrimientos, escasez, en definitiva, anhelo por una vida mejor para hacer a las personas moverse hacia delante. Uno de los aspectos más interesantes de Siega es el propio concepto del Nimbo, contrariamente a lo que estamos acostumbrados en historias en las que un superordenador toma conciencia y trata de dominar el mundo, el Nimbo no es un ente maligno, no se trata de una inteligencia artificial autoritaria con afán de autorreplicación y dominio sino una inteligencia con un sentido de la moral y la justicia más elevado que el de los seres humanos a los que gobierna. El Nimbo es al fin y al cabo perfecto, y como tal gobierna el mundo de forma sabia y equitativa, dando a cada uno lo que necesita en el momento en que lo necesita y repartiendo los recursos de la forma más justa. En un determinado momento se dice que el Nimbo decide qué delitos persigue y cuáles pasa por alto, no porque no los vea –el Nimbo lo ve todo- sino porque decide que no merecen ser perseguidos. El Nimbo es capaz de discernir entre un verdadero acto de maldad intencionada y un inocente accidente con un sentido moral e incluso humano del que la fría justicia humana carece.
—Sí, como el Nimbo. La gente puede leer lo que quiera, pero nadie lo hace. Se dedica a jugar y ver hologramas de gatitos.
La Guadaña es todo lo que le falta a esta humanidad perfecta. Externamente la presencia de los segadores presenta una amenaza de muerte real. Los segadores se pasean por la calle con sus largas túnicas causando miedo y rechazo en las personas con las que se cruzan, dándoles algo que temer, algo de lo que huir, algo a lo que admirar incluso –los segadores son temidos y adorados como auténticas estrellas a partes iguales-. De esta forma la muerte se convierte de nuevo en algo cotidiano, algo con lo que vivir, algo que encontrarse al pasear por la calle. Una de las pocas emociones intensas y reales que quedan. Internamente, los segadores son las únicas personas del planeta con un trabajo que importa. Más allá del debate sobre la diferencia entre la muerte y el asesinato –del que hay mucho en la novela- las acciones de los segadores se mantienen en el tiempo, tienen un impacto en las personas y en la sociedad, tienen una responsabilidad, algo por lo que vivir. En un mundo de personas inmortales, los segadores son los únicos que están realmente vivos.
Siega es la primera parte de una trilogía que ha sido editada en España por Nocturna Ediciones en formato rústica con solapas, con un total de 525 páginas y un precio de 17€
Comentarios
Gracias por tu comentario. Lo que me ha gustado es que pese a ser un libro que podríamos considerar ligero se permite hacer una reflexión sobre la sociedad actual, y de hecho en mayor medida de lo que me esperaba la verdad. A ver cómo continúa la saga, que me ha dejado con ganas de conocer más.